Después del ataque en Solingen: ¿Cómo podemos mejorar la seguridad pública?
Después del ataque en Solingen: ¿Cómo podemos mejorar la seguridad pública?
Los eventos preocupantes relacionados con el Festival de la Ciudad en Solingen el viernes 23 de agosto lanzan una sombra sobre la situación de seguridad en eventos públicos en Alemania. En este día, tres personas murieron a través de un brutal intento de asesinato que rehitió la discusión sobre la seguridad de los ciudadanos en público.
Los impactantes eventos en Solingen deberían ser una llamada de Wake -Up para las autoridades. Es crucial que nosotros, como sociedad, no vayamos simplemente a la agenda. En cambio, es importante que aprendamos de estos trágicos incidentes y tomemos medidas para garantizar que las personas estén mejor protegidas en festivales y otras ocasiones públicas.
Medidas de seguridad inadecuadas
Un punto central en esta discusión es el concepto de seguridad existente, que a menudo se considera inadecuado. Después del incidente en Solingen, está claro que las medidas anteriores no son suficientes. Las zonas de prohibición de armas y prohibiciones de armas individuales pueden verse como soluciones a corto plazo, pero también tenemos que lidiar con las causas más profundas que conducen a esta violencia. Esto se aplica en particular a los controles de seguridad en trenes, estaciones de tren, ciudades internas y especialmente en grandes eventos.
Los controles de entrada y bolsillo finalmente deberían convertirse en la norma, no una excepción. Esto también se aplica a eventos importantes como conciertos en Recklinghausen, donde se esperan más de 1,000 visitantes. A pesar de la gran cantidad de visitantes, el concepto de seguridad de la ciudad y la policía sigue siendo vago, mientras que los controles reales a menudo no tienen lugar. No puede ser la excusa de que las circunstancias, como el mercado con sus muchas entradas, son un desafío.
La falta de controles estrictos podría desencadenar una espiral peligrosa: en lugar de que las personas disfruten de la sensación de seguridad, pueden verse tentadas a armarse. Si las alarmas de spray y bolsillo de pimienta ya son parte de los bolsos cotidianos, existe un temor justificado de que esto también pueda conducir a armas más trágicas, que luego también se transportan.
El desafío de garantizar la seguridad en los eventos públicos es complejo y requiere la cooperación entre la ciudad, la policía y toda la sociedad. Las medidas de seguridad consistentes solo pueden evitarse en un estado constante de miedo e incertidumbre.
La responsabilidad no es solo con las autoridades, sino también con los organizadores que tienen que asegurarse de que sus eventos sean seguros. Los espectadores y los ciudadanos deberían poder confiar en que pueden disfrutar de las celebraciones en un lugar sin tener que tener que temer su seguridad. El tiempo está maduro para un cambio profundo en la cultura de seguridad, desde los controles básicos hasta la combinación eficiente de las causas de la violencia.