Medio siglo de dulces: Roland Weichbrodt celebra el aniversario en Niederegger
Medio siglo de dulces: Roland Weichbrodt celebra el aniversario en Niederegger
En el corazón de Lübeck, se celebró un notable aniversario el 31 de julio de 2024: el maestro de pastelería Roland Weichbrodt mira hacia atrás en 50 años llenos de creatividad y artesanía en el famoso Café Niederegger. Su compromiso y talento no solo dieron forma a la reputación de la compañía, sino que también conquistaron los corazones de los lugareños y los turistas.
Ya a la edad de 15 años, Softbrodt decidió convertirse en un confitero. Su entrenamiento comenzó el 1 de agosto de 1974 y en 1977 pudo continuar con su aprendizaje en el Café Niederegger después de completar con éxito. En 1996 aprobó el examen de maestría y se responsabilizó de la panadería en 1997. Desde entonces, ha sido la fuerza creativa detrás de innumerables productos horneados deliciosos, y es difícil apreciar el número de sus pasteles y especialidades.
El trabajo de Roland Weichbrodt es un maravilloso ejemplo de cómo la artesanía tradicional se puede combinar con herramientas modernizadas. Si bien las tecnologías en la panadería se han vuelto más progresivas, el arte del comercio confeccional, como la fabricación cuidadosa de masas y postres, permanece en primer plano. Softbrodt coloca todos los productos horneados en sí y atribuye gran importancia a la frescura.
Es particularmente notable responder a los deseos individuales de los clientes. No solo perfeccionó recetas clásicas, sino que también desarrolló nuevas ideas, como el popular pastel de queso fresco, que fue creado como un oficial durante su tiempo. La creatividad parece ser casi ilimitada siempre que las creaciones individuales encajen a través de la puerta que deja la panadería.
"Nos gustaría agradecer al Sr. Weichbrodt por su lealtad a largo plazo y la cooperación de confianza siempre confiable. Ha formado significativamente la buena reputación de nuestra casa con su trabajo", enfatiza Theresa Mehrens-Strait, directora gerente de Niederegger, y así reconoce su influencia injistente en la compañía. Con la próxima jubilación en agosto, transmitirá su experiencia al sucesor del confitera Nadine Wiese para continuar preservando la tradición y las cualidades de Niederegger en el futuro.
Para Softbrodt fue un tiempo realizado. Esto se muestra en su conclusión: "¡Todo se hizo bien! Siempre me sentí cómodo aquí, no ha habido una razón para cambiar a lo largo de los años". Su aniversario no es solo un hito personal, sino también un signo de durabilidad y habilidades manuales que distingue el Café Niineegger. La tarea ahora está esperando que las próximas generaciones continúen esta herencia.
- nag